HENDRICK’S CONGRESS FOR CURIOUS PEOPLE RINDE TRIBUTO A WAGNER
- Laura Riera
- 13 may 2018
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 28 may 2018

Wagner revive en el último evento del congreso más sui generis de la escena barcelonense
2/12/2012 Laura Riera
“Para Wagner, recordaría un siglo más tarde Rüdiger Safranski, “el arte ocupa el puesto de la religión”. Para Nietzsche, la vida debía ser una obra de arte.”
El Arte impulsó a Felipe Trigo, presidente del Congress for Curious People, a iniciar la andadura en 2014 de este proyecto cultural que es una auténtica delicatesen para los amantes de la cultura y los lugares más exquisitos de la capital catalana.
Historiador de formación y “agitador cultural” de vocación, como me confesó hace unos años. Felipe y su equipo nos ofrecen siempre grandes eventos enmarcados en los lugares más emblemáticos de la ciudad condal. En este caso, la música de Wagner y la Barcelona modernista fueron el tema escogido para realizar una ruta que arrancó a las cinco de la tarde, puntual como siempre; y que nos transportó a la Barcelona de la Renaixença y a descubrir sus vínculos con el Romanticismo alemán.

Arrancamos en el barrio gótico, para desembocar en las míticas Ramblas y contemplar con éxtasis edificios como el Liceu, transportados por las expertas palabras de nuestro anfitrión; que como de costumbre, consiguió trasladarnos al espíritu de otra época debido al detalle de sus descripciones sobre los edificios que como un precioso marco abrazaban nuestro caminar.
Como punto culminante del evento pudimos asistir a un concierto en Els 4 Gats, donde rememoramos, gracias a la prodigiosa música del gran elenco escogido para la ocasión, la fundación de la “Asociación wagneriana” en este local.
La música y el espíritu wagneriano lo inundaron todo. Nuestras copas de cava borboteaban al ritmo del intenso canto de la soprano
fO,T aÇc de la pianista Daria Piltyay, primer premio en el Concurso Internac, la encargada de amenizar la velada. El clímax llegó con su interpretación del aria “Piangerò”, una pieza exquisita y conmovedora que relata el cautiverio de Cleopatra, entre la melancolía y el éxtasis, de la ópera Julio César de Händel. OTÇÇÇ OTÇÇ OTÇ OT Odel que tristemente desperté pero del que guardo un íntimo y encantador recuerdo.

Como broche de oro de este magnífico y estimulante fin de semana, tuvo lugar la celebración del treinta aniversario del fundador del congreso, al que acudí ataviada con mis mejores galas. La fiesta tuvo lugar en una suntuosa Villa Hispanoárabe, una de las mansiones más enigmáticas de la milla de oro por excelencia de la Barcelona modernista, la avenida del Tibidabo; concebida como estudio y vivienda del anticuario Celestino Dupont en 1908. Estos salones de ensueño oriental vieron desfilar las luces y sombras del pasado siglo en nuestro país, y ahora el grupo más cercano a Felipe tenía el placer de disfrutar de sus rincones.
Al llegar y ser recibidos por el anfitrión nos sedujo el sobrecogedor arrullo de sus fuentes y sus tazas de mármol en la penumbra del jardín, para entrar en la villa con la apariencia de alcázar embrujado de sus cúpulas y almenaras.

En esta ocasión fue la diva y Prima Donna de la escena operística internacional: Michelle Francis Cook, la encargada de amenizar la velada. El clímax llegó con su interpretación del aria “Piangerò”, una pieza exquisita y conmovedora que relata el cautiverio de Cleopatra, entre la melancolía y el éxtasis, de la ópera Julio César de Händel.
Fotografías Felipe Trigo
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